domingo, 29 de abril de 2012

Amiga


Primeramente, quiero darte las gracias por todo lo que me has dado; por tu compañía, tu apoyo, tu comprensión y presencia. Por brindarme la oportunidad de tener a mi lado a alguien como tú, alguien en quien confiar, con quien divertirme y con quién soñar.
Te pido perdón por todo lo que yo haya podido hacerte, por no ser tan buen amigo como tú; por haber faltado alguna vez en lealtad, ayuda, comprensión o apoyo. En verdad me arrepiento de todos los errores que hayan mermado mucho o poco nuestra amistad. Puedes tener certeza de que fueron errores inconscientes.
Tú siempre fuiste algo importante y especial para mí y lo sigues siendo. Formas parte de mi vida, de mis pensamientos, sentimientos, decisiones y emociones...
Mi cariño por ti es muy grande, y además has sabido ganártelo a pulso con tu especial forma de ser y de entregar tu amistad. Por eso, no a cualquiera le hago llamar "mi amiga" o la quiero como tal y sé que de alguna manera tú tampoco lo haces.
 


Tal vez algunas veces ocultes tus sentimientos por temor al rechazo o a no ser correspondida o escuchada. Sin embargo, sé que conmigo al igual que con todos los demás, eres sincera y con las mejores intenciones de no lastimar a nadie.
     
Hemos pasado por tantas cosas juntos, buenas y malas, que ya nos conocemos perfectamente. Por eso nuestra amistad crece y se hace más fuerte día con día al igual que nuestra unión... ¡Cuánta alegría me da que así sea!
 
Espero que si cambias, sea con plena convicción y siempre para tu bien, aunque sabes que tienes al menos mi aceptación y apoyo... no te dejes vencer por los sufrimientos quienes también te harán cambiar y de ti dependerá hacia donde te lleva ese cambio.
Te quiero y quiero que seas muy feliz porque lo mereces, si deseas que comparta no sólo esa felicidad contigo, sino todos los instantes de tu vida; aquí estoy y aquí estaré siempre. Tú lo sabes.